| Bueno, pues aquí les traigo el primer capítulo, antes que nada deciros que no voy a poner los nombres de las personas que “piensan” como hice en el fic anterior, no hace falta que diga quienes son porque se va a notar dado que cada una tiene una manera distinta de pensar que la otra y una cosa más, he aquí la personalidad de cada personaje:
Pepa: morena, alta de 1,80, tiene 17 años, vive sola en un apartamento, tiene una moto y sus amigos la mayoría son de la calle, tiene un grupo de juego de airsoft, tiene un tatuaje detrás de la oreja, todos los de su grupo lo llevan, es una garra de raptor con una cobra real (del desierto) enroscada y amenazando con la boca abierta, mas adelante irá contando su historia poco a poco, se besa con chicas pero nunca ha tenido novia, lleva una chaqueta de cuero.
Silvia: hija del comisario de Sevilla, es la típica estudiante buena de clase casi alta, en principio no le gusta Pepa pero más adelante descubrirá que realmente siente algo más que amistad por Pepa, vive en Sevilla desde hace mucho, su hermana lola vive con su novio Paco en Madrid, no le gusta ni los modales ni la vida que lleva Pepa.
Don Lorenzo: el comisario de Sevilla, se lleva tan mal con Pepa que ya le da igual que le lleguen denuncias suyas, Pepa muchas veces pasó las noches en comisaría, le gusta el orden
Y el respeto, quiere lo mejor para sus hijas, se lleva bien con Paco, el novio de su hija lola
Lola: es la hermana de Silvia, vive con su novio Paco en Madrid, está embarazada, pronto dará a luz.
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¡UN GRAN...GRAN...GRAN...ATASCO!
Once de la noche, a 200 por hora a toda hostia, la niebla me llegaba hasta la cintura, a mi paso rompía la niebla haciendo que se despejara a la velocidad que iba en la moto, en un canal abandonado de Sevilla, en una carrera, miré a mi contrincante a través de nuestros cascos tintados y aceleré todavía más, solo me importaba llegar a la meta y ganar, en la mano izquierda tenía enrollado el pañuelo de cuello que el día antes de desaparecer le robé a mi madre como recuerdo y una foto suya de carnet que siempre llevaba en la cartera. Aceleré todavía más haciendo el caballito, estaba llegando a la meta cuando una piedra en el suelo hizo que me reventara la rueda trasera y perdiera el control de la moto y provocando un accidente, caí de la moto rodando hasta que me estampé con una pared de gomas quemadas, un material extremadamente resistente, como una pared, mi espalda chocó brutalmente contra pared, cuando vi la moto rodando por el suelo a gran velocidad toda mi vida paso rápidamente delante de mis ojos, recordé imágenes con mi padre, con mi madre, con mi hermano… con toda mi familia mientras que la moto cada vez estaba más cerca ya no me quedaba mucho tiempo de vida así que cerré los ojos y dejé que la moto que me había comprado y con la que tantas y tantas carreras había ganado llegase a gran velocidad reventando mi esternón rompiéndome la caja torácica de un golpe dejando mi cuerpo en el suelo que ya yacía sin vida, de pronto volví a ver las escenas de toda mi vida a medida que la imagen se iba alejando cada vez mas y las escenas pasaban mas y mas rápidas hasta que de repente…
Me levanté sudando de aquella terrible pesadilla, últimamente tenía el sueño alterado y siempre se repetía una y otra vez la misma pesadilla que hacía que me despertara sudando como cada mañana desde hacía ya un par de meses atrás. Me levanté un poco de la cama quedándome sentada con las rodillas flexionadas apoyando así mis antebrazos para poder recuperarme poco a poco de aquella terrible pesadilla, miré con desagrado hacía la ventana con el ritmo cardiaco todavía algo alterado y vi que ya había amanecido, fruncí el ceño y miré extrañada el despertador digital cuadrado y chico con los números verdes de 3:50. Volví a mirar por la ventana y abrí los ojos como platos, me giré hacia el despertador otra vez que estaba en el escritorio y le di dos golpes fuertes para que reaccionara y cambió la hora a 7:30 me levanté corriendo del suelo que era donde dormía siempre y me fui corriendo al baño, me bañé y salí corriendo del baño a vestirme o me llevaba una falta como un templo en el instituto, no se podría decir que era un ejemplo a seguir pero este año me había prometido a mi misma cambiar y estudiar realmente, ya no estaba saliendo tanto por las noches y me centraba más en los estudios, cogí el casco y lo metí en la mochila aunque realmente el casco poco o nada lo utilizaba cuando cogía la moto, cogí el mp3 y me fui corriendo escaleras abajo dando un portazo en seco que seguramente abra despertado a los que aun estaban durmiendo a esta hora, la verdad es que me daba igual, todo el mundo en el edificio en el que vivía desde hacía 2 años daban portazos así que por dar un portazo mas no me echarían la bronca.
Ya casi estamos a mitad de curso y nos han prometido que nos llevarían a un campamento de verano en Huelva durante los próximos 3 meses como recompensa si nos portábamos bien los últimos dos meses y el mes pasado toda la clase se portó bien y seguramente seguiría siendo así. Con tal de ir a un campamento creo que serían capaces de hasta estudiar las 24 horas del día, me llamo Silvia castro, hija del comisario de Sevilla don Lorenzo castro Riquelme de león, el mejor comisario que Sevilla puede haber tenido, ordenado, discreto, elegante y…
D. Lorenzo:-a todo pulmón desde el piso de abajo-¡SIILVIIAA! BAJA QUE YA ESTÁ LISTO EL DESAYUNO
Realmente desagradable por su costumbre de hablar gritando a los cuatro vientos, le daba igual que estuvieras cerca o lejos de él, te gritaba de todos modos. Mi instituto no es un instituto privado, con lo cual la ropa es completamente informal y se va con ropa de calle, me vestí lo más rápido posible, el siempre me deja en el instituto y luego me recoge y si no manda a algún agente del cuerpo nacional a llevarme en mi casa, como si no pudiera pagarme un taxi vamos, en fin. Salimos de casa para meternos en un problema tan grande…. Que ocupaba 3 calles de una enorme fila de coches y motos, exacto un atasco…. Como si no se nos estuviera haciendo tarde.
Poco después de salir de aquel antro de casa que era un completo desastre… a unas cinco manzanas gire a la derecha, todo el tiempo desde que había salido de mi casa había sonreído por completo, estaba escuchando música mientras conducía mi moto. Normalmente me gustaba hacer cabritadas con la moto sin ton ni son jugándome incluso la vida pero a estas horas de la mañana era imposible a demás me había prometido a mi misma que me centraría mas en mis estudios y así lo haría… o eso creía, mientras escuchaba música y sonreía al girar a la derecha mi cara de felicidad se transformo en
Pepa:-boquiabierta-¡joder loco!-toqué con rabia la pita-¡Pedazo de atasco con todas sus letras! O me voy por la mitad de la carretera… o de aquí no salgo hasta pasada media noche
Y así fue como adelanté un par de largos metros a través un montón de bocinas pitando con rabia, a un par de metros me acabe frenando ya estaba en la mitad del atasco, no tardaría en ponerse en verde seguramente
Ya me estaba quedando dormida de tanto esperar en el coche de mi padre y tenía la ventana cerrada, decidí bajar la ventana y sacar mi cabeza por ella para ver el atasco desde otra perspectiva aunque la única perspectiva era que estaba encerrada entre tantos coches y bocinas sonando. De pronto mi cara cambio a una de felicidad y liberación total, necesitaba aire, pero todo lo bueno acaba.
Estaba mirando al frente cuando vi a una pelirroja sacar la cabeza por la ventana como perro en un coche, situación perfecta, un atasco enorme, yo de camino al instituto, si lo conseguía mi equipo fliparía en colores, me dispuse a ligar con aquella piba que sacó la cabeza por la ventana de la única manera que se.
Pepa: fea-le silbé intentando llamar su atención y lo conseguí-
Había sacado la cabeza por la ventana para airearme un poco pero por desgracia alguien consiguió estropearlo, si ese era el objetivo lo había conseguido, noté que alguien gritaba “fea” y silbaba, yo que tenía la vista puesta en la furgoneta de al lado miré para atrás con cara de desagrado y vi que era una chica morena la que me había hablado
Pepa: si tú
Le hice el corte de mangas y volví a meter mi cabeza por la ventana sin cerrarla, error del cual me arrepentí más adelante
Me hizo el corte de manga metiendo la cabeza de nuevo en el coche, sonreí y me dispuse a acercarme un poco más, ya había atraído su atención.
Después de haberme insultado se acercó con la moto, para que luego digan que las tontas son las rubias pues entonces esta era morena de bote porque vamos, más imbécil y no nace.
Me acerqué con la moto y me dispuse a ligar con ella solo para entretenerme un poco mientras se despejaba aquel atasco
Pepa:-apoyándome con una mano en la ventana para poner mis pies sobre la moto y con una enorme sonrisa de medio lado que acabo convirtiéndose en una sonrisa de oreja a oreja al ver la cara de aquella chica pelirroja que me miraba con cara de “te mato”- que tal si me dices donde vives, me das tu numero de teléfono y esta noche te hago ver las estrellas y el sistema solar entero en mi cama-echándome a reír-
D.L.:-gritando a todo pulmón dentro del coche, agarrando con una mano el volante y con medio cuerpo virado hacía la ventana izquierda trasera- ¡MIRAANDAA! Deje a mi hija en paz de una vez o la meto en el trullo por conducir en una moto sin carnet ni con casco o por acoso sexual que sabes perfectamente que tienes varios expedientes conflictivos como un templo y muchos de ellos grandes así LÁRGUESEEE DE AQUÍ AHORA MISMO
Pepa:-sonriendo- ¡hombree! Pero si es mi amigo el carcamal
D.L.:-con las venas del cuello hinchadas y gritando- ¡cállese Miranda!
No pude evitar reírme a espaldas de mi padre, era completamente gracioso cuando se le hinchaba la vena del cuello y se ponía a decirle que se callase a todo lo que estuviera en movimiento, de pronto miré el semáforo y vi que estaba en verde.
Silvia:-tocándole el hombro a mi padre- ¡papá! que ya está en verde acelera de una vez que llego tarde a clase-saqué por última vez la cabeza para ver si seguía allí parada y al ver que si le hice el corte de manga-
Volví a la tierra en un momento, don Lorenzo, el comisario de Sevilla me había dejado con el tímpano fuera de lugar, sacudí mi cabeza y puse mi mejor sonrisa, más o menos había conseguido ligar… y otro tanto me había llevado un estampido, aquella chica pelirroja era la hija del comisario. Con todo mi orgullo me dirige al instituto, 17 años y otros cuantos más de condenas, expedientes y muchas más “pequeñas historias” casi todas por lo mismo… vandalismo callejero, el comisario me tenía tanta manía ya que nos solíamos ver frecuentemente, muchas veces solía dormir en el calabozo aun así no me importaba, salía al día siguiente, una vida un tanto conflictiva pero así era mi vida, y lo seguirá siendo hasta el fin de mis días. Aunque como ya dije antes… intento cambiar un poco para no acumular tantas denuncias y expedientes policiales, tampoco prometo la luna pero si prometo que intentaré cambiar sin dejar a mis chicos de la calle, o tal vez seguiría viviendo mi vida tal y como había sido hasta ahora, libre, genial y alocada.
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